dimanche 27 mars 2016

4. PERSONAJES:

En la obra se destacan 2 protagonistas: 

GERMAN, el profesor de Lengua y Literatura
CLAUDIO, el alumno de German, y autor de los escritos. 
La acción se centra en la relación que se establece entre ambos.
Aparecen a su alrededor la familia Artola, compuesta por 3 miembros: RAFA PADRE, RAFA HIJO, y ÉSTER, la madre de RAFA y la esposa de su padre. 

CLAUDIO: 

Es el voyeur de la obra. Es un joven de 17 años, difícil de interpretar. 
La característica que más lo representa es la ironía. Todas sus acciones estan en torno a esta cualidad, y es el personaje más inteligente y manipulador de la obra.
 “Mi madre tenía unos parecidos, le digo, señalando sus pendientes. Se largó cuando yo tenía nueve años. No aguantaba a mi padre. Supongo que tampoco me aguantaba a mí. Mis palabras le causan impacto. Nunca falla, suelto lo de mi madre y me gano la simpatía de la gente. Se establece un vínculo. El otro desea compensarme. El otro desea ser mi madre.”
Sabe muy bien a qué recursos debe recurrir para obtener sus propósitos. Es enigmático e imprevisible, y tiene una extraña seguridad en sí mismo: transmite la sensación de que todo lo que hace lo hace por algo, y que sus propósitos son siempre los mejores. El silencio también sería uno de sus aspectos más destacados, y es una forma de camuflar su personalidad. 
Desde el primer momento, tanto en la película como en el libro, el autor nos lo presenta como un personaje obsesionado con la idea de « familia normal » que atribuye a la familia Artola. 
“¿Por qué Rafa?, ¿por qué lo elegí a él? Porque él es normal… ¿Cómo será su casa?; ¿cómo será la casa de una familia normal?”
Tiene un talento natural para la Literatura, que German descubre tan pronto como lee su primera redacción.
“Tú tampoco, tampoco tú eres lo bastante bueno, pero podrías serlo. Tienes un don. Si lo respetas, algún día serás un escritor”.
Su escritura refleja su ambición, y una cierta agresividad psicológica. Posee un agudo sentido de la narración, y una gran habilidad para adentrarse en la vida de los demás y entremezclarla con la suya. Sus escritos tratan de la familia Artola, de la ambiente rutinal en el que todos viven. Describe cada uno de los personajes de una forma realista, y a la vez, aportando un toque personal, propio de sus escritos. Siempre acaba sus relatos con un « continuará … » mediante el cual logra atraer la atención de su supuesto único lector, su profesor (pues la pareja de éste también lo lee), y lo logra, otro claro ejemplo de su carácter manipulador.
Asimismo, se le dan bien las Matemáticas, excusa a la cual recurre para adentrarse en la familia de su compañero Rafa, que, en cambio, le ayudará con la Filosofía.
Este intercambio de saberes se convierte en la mejor manera de curiosear… 
De su vida sabemos muy poco, ya que no hace alusión a ella salvo excepcionalmente. Sabemos que su familia está mas bien desestructurada : es huérfano de madre, y su padre es hemiplégico (citación). 

“Mi madre tenía unos parecidos, le digo, señalando sus pendientes. Se largó cuando yo tenía nueve años. No aguantaba a mi padre. Supongo que tampoco me aguantaba a mí. Mis palabras le causan impacto”

Se nota claramente su insatisfacción con la vida que lleva, y puede incluso que se sienta humillado cuando hable de ella.

“Yo sabía que, si aceptaba, sería en su casa,
porque la mía está en una calle que Rafa no pisará jamás.”

Tal vez sería esta una de las razonas por las cuales desea adentrarse en la familia Artola, y descubrir cómo vive aquella familia normal que tanto le intriga. 
Es un personaje muy ambiguo : nunca sabemos lo que piensa realmente, siempre oculta algo.
Por otra parte, es atrevido, no respeta las normas en muchas de las ocasiones. Su capacidad de manipulación lo lleva hasta « dominar » al profesor, que irá hasta robar el examen de matemáticas para que su alumno siga escribiendo. Pero el profesor es sólo una más de sus víctimas. Logrará manipular a la familia Artola en su totalidad, así como a Juana, la mujer de German. 
Se sienta en la última fila, desde la cual se pueden ver todas las demás (de allí el título de la obra), y solo observa lo que sucede dentro y fuera del aula. 
El tono « interlíneo » con el cual están escritos sus relatos está dominado por el humor: una mezcla de modos (ironía, parodia, caricatura y sátira) en los que se altera la realidad para enfocarla desde una perspectiva. 

Desde el principio de la obra sabemos que no se trata de un adolescente como los demás. No se trata de un chico normal y corriente, vista la forma con la cual se comporta. 
Pero esta idea no se confirmará totalmente hasta el final, cuando se descubre que su propósito inicial era adentrarse en la familia de Germán, por lo que es él el verdadero protagonista de la historia, de allí la importancia del desenlace. 

“Ella está dentro, pero no abre hasta las diez. Cuando entro, siento que, aunque nunca me ha visto, me
reconoce al instante. Siento que sabe mucho de mí, y yo casi nada de ella. Bueno, algo sé. Sé con qué
clase de hombre está casada. Sé que no tiene hijos. Sé lo que piensa su marido de todo esto que la
rodea: “mierda”; “arte para enfermos”.
Juana— ¿No deberías estar en clase?
Claudio— Ya no voy a clase. Lo he dejado.”
Está fascinado por la vida de los demás, y quizá sea éste un modo de escapar de la suya. 

“Claudio— Debe de ser el tercero derecha.
Germán— Olvídalo. No creo que necesiten un profe de Matemáticas.
Claudio— Algo necesitarán. Siempre habrá un modo de entrar. Siempre hay un modo de entrar a
cualquier casa.”





GERMÁN:

Maduro profesor, de 55 años, de Lengua y Literatura. Queda atrapado en su propia rutina y mediocridad: su vida gira en torno a su oficio sin estímulos (pues sus alumnos no muestran interés por la materia que les da), que lo lleva al cansancio por su labor, y una vida familiar no muy amena. 

Juana— Cero. Tres. Cero. Hombre, ¡un cinco! Dos. Cero... ¿Tan malos son?
Germán— (Sin dejar de leer.) Peores. El peor curso de mi vida.
Juana— Eso ya lo dijiste el curso pasado. Y el anterior.”
Los catastrofistas pronostican la invasión de los bárbaros y yo digo: ya están aquí; los bárbaros ya están aquí, en nuestras aulas."

La obra empieza cuando, mientras corrige las banalidades que sus alumnos de Secundaria han escrito sobre Mi Pasado fin de Semana, se encuentra con la redacción de Claudio, que difiere en gran medida de las demás : no solo en cuanto a la manera de escribir, sino que en su contenido cautivante. Inmediatamente, descubre el don del joven Claudio. Mas tarde se descubrirá cómo la « magia » de sus escritos se encuentra, en gran parte, en el « continuará del final. Es una manera eficaz de hacer que German se interese por la prolongación del relato. 
Germán es un escritor frustrado que desea que todo lo que él no ha podido hacer en la labor de la escritura lo haga su alumno, de allí su gran interés en ayudarle.

“Tiene madera de narrador. Nunca había tenido un alumno así. No quiero que se lo crea, pero ese chaval, bien orientado... Muchas veces, cuando hablo, siento que sólo me sigue él. Tengo la impresión de que sólo él me entiende.”

 Ambos partciparán en una especie de taller de escritura, en el cual los consejos de Germán cobrarán una gran importancia en la continuación del relato de Claudio, y formarán parte del arte poético o manifiesto de Mayorga, pues seguramente el autor haya incarnado su propia personalidad en la del profesor. Uno de los consejos mas importantes que le da, es el de “cofia en el lector, él completara”, en el cual Claudio se basará para la continuación de sus escritos.


La relación que se establecerá entre Germán y su alumno es una relación poco común, en la cual el maestro se reconoce en Claudio en un principio, de allí su gran interés en ayudarle, pero se da cuenta más tarde que su alumno se sienta todavía más atrás en la clase, mejor sitio, como hemos dicho anteriormente, desde el cual se puede ver el resto. Su relación, por lo tanto, se basa en la oportunidad que les permite a cada uno cambiarse a través del otro ; así, Germán se siente como el escritor que nunca pudo ser, y Claudio obtiene mediante el profesor gratitud y satisfacción, pues la mirada de su profesor le hace sentir diferente y especial, aspecto que no parece haber encontrado en su vida. 

JUANA:

Es la pareja de Germán, su apoyo, y la voz de su conciencia. 
Representa también la figura de la mujer que « redirige su marido hacia el buen camino », pues no coincide con él en lo que atañe a la valoración de las redacciones de Claudio, y le parece, éticamente hablado, inadecuado. Además del hecho de que le parece inapropiado entrar en la intimidad ajena con intenciones deshonestas, ni el tono en que lo hace, no le parece bien la pretendida superioridad de Claudio. Seguramente sea éste un modo de vengarse de todo lo que él no ha tenido durante su vida. 
El muchacho le parece impertinente (union sexual con la madre de Rafa) y quizás peligroso. 
“Deberías hablar con los padres de Claudio, el escritor. Ese chico necesita un psiquiatra. Puede ser peligroso. Es capaz de hacerles algo”.
Sus comentarios son tomados en serio por Germán, quien a veces los transmite a Claudio. 
Simboliza la función de la literatura. Juana trabaja en una tienda de objetos de arte contemporáneo, El Laberinto del Minotauro, pero sus dueñas están a punto de cerrarla, ya que el público no es lo suficientemente abundante como para que se mantenga.      
Su marido, Germán, opina lo mismo del arte contemporáneo. Mediante ella, también se resalta la crítica del arte contemporáneo, debido a la insensatez de las obras que presenta en su galería, y los diversos problemas a los que se enfrenta ésta, como la falta de clientes. 
Piensa que la peor literatura se hace en los catálogos de arte contemporáneo y que el arte lo es porque alguien ha escrito eso, sino sería una “mierda”.
“La peor literatura se hace en los catálogos de arte contemporáneo. Poesía basura, jerga de rufianes, cuentos chinos. Todo para vender esto, fíjate en la foto. Es arte porque alguien ha escrito eso, si no sería una mierda”
Con estas ideas el autor introduce un conflicto secundario en la obra, la distinta visión que del arte tienen Germán y Juana, uno trágica y la otra moderna.



FAMILIA ARTOLA: 


Es una familia de carácter mucho más simple que los anteriores, y está compuesta por Rafa Artola padre, Rafa Artola hijo, Éster. Pertenecen a la clase media y, para Claudio, representan el estereotipo perfecto de « familia normal ».
Claudio elige ésta familia por la simple razón de que tal vez sería la familia que le hubiera gustado tener, sencilla y normal, y probablemente, la forma con la cual trata a la familia en sus escritos, que refleja un sentimiento de superioridad, sería una forma de vengarse del hecho que no pertenezca a una familia similar. 
Lo único que conocemos de ésta familia viene en boca de la mirada irónica de Claudio, que nos la presenta como una familia superficial y absurda. 
“Ellos no saben alemán. Ellos no saben lo que tienen en casa. Los compraron para esta pared. Cuando cambien el color de la pared, cambiarán de cuadros.”
“En la biblioteca del salón tienen libros realmente buenos, ordenados por tamaños (…) En las mesillas, los libros que realmente leen. Ella: ”La fórmula de la felicidad. Aprende a ser tu mejor amiga”. Él: “Quién se ha llevado mi queso”

  • Rafa ARTOLA, hijo : compañero de clase de Claudio, personaje casi ausente pues sólo le sirve de apoyo para entrar en la casa, (ya que falla en las matemáticas y Claudio le ayuda en cambio de su apoyo en la Filosofía) por lo que no le interesa en sus escritos.
 “El Viernes, aprovechando de que Rafa acababa de fracasar en la clase de Matematicas, le propuse un intercambio…”
 Su relación de amistad con Rafa, por lo tanto, es provocada y fingida, con las matemáticas como excusa. 
Sin embargo, al final nos hace descubrir que hay una cierta furia en él que lo acerca a su padre.
“Me gustaría que se sintiese como yo me sentí. Le daba de hostias. Le daba de hostias y le quemaba el coche.”
Es un chico normal, a quien le gusta estar junto a su familia y jugar al baloncesto. 


  • Rafa ARTOLA, padre : es el padre de Rafa. 
Comparte con su hijo la pasión del baloncesto. De hecho, la mayor parte del tiempo, está en chandal. Trabaja en una empresa China, de la cual está harto, por lo que quiere montar su propio negocio, y quiere que su mujer participe a ello. A lo largo de la obra, se hacen menciones a su jefe y a los problemas que conlleva ello.
Se preocupa más por su pasión y su oficio que por su mujer y sus intereses.

  • Éster, madre : mujer típica, según Claudio, de la clase media : presuntuosa, incansable, frágil, de unos 40 años, aburrida con su vida sentimental, cuya única preocupación es la decoración y la posibilidad de reformular la casa.
Eliana y Luba son dos personajes ausentes, criadas de la casa, que refuerzan la imagen que el autor nos da de Éster. 
Al principio, Éster estaba en contra de la presencia de Claudio en la casa “(¿A tí no te pone nervioso, con esa mirada perdida?)”, pero al final, el extraño acercamiento entre ambos, que crea intriga narrativa (por la necesidad de conflicto), acaba afectándola, pues se convierte en otra víctima de Claudio. 




       OTROS PERSONAJES: 

  • Bruno : acaba de fallecer al principio de la obra, dueño de la galería de arte donde trabaja Juana.
  • Las Mellizas : herederas de la galería de arte, que son « retrógadas, provincianas y palurdas » según Juana. Sin embargo, a Germán le parecen inteligentes, pues opinan lo mismo acerca del arte contemporáneo. Tienen una mentalidad práctica: se trata de una crítica al arte contemporáneo y a la gente que lo consume. Esto esta relacionado con la función del arte: si queremos ganar dinero con él, pierde su valor.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire